Sobre las Enfermedades

En la medicina oficial, seria, científica, se considera un riesgo innecesario la mezcla de diversas substancias en una misma preparación, debido sobre todo a las interacciones medicamentosas que en muchas ocasiones o no son bien conocidas o son de imprevisibles consecuencias, entonces, como vamos a aceptar como buena y válida la administración de esos productos naturales que son en esencia una mezcla de productos químicos que son además desconocidos en su composición y en sus interacciones ? Gran parte del "éxito" de estas argucias vienen dada por la indiferencia de una parte importante de los médicos "modernos " que olvidan que más del 70 % del componente " enfermedad " viene dado por el área psico-somática, o sea , toda enfermedad tiene un fuerte componente mental, psicológico, aún las físicamente demostrables , como las enfermedades infecciosas, sencillamente porque yo, como persona, no sufro igual una apendicitis, por ejemplo, que la hija de la vecina. Para mi esa enfermedad, - la apendicitis- desencadena una impresión de fatalidad-cataclismo en mí, ya que pienso en las complicaciones, las posibilidades de perforaciones, peritonitis, amén de todos los diagnósticos diferenciales que me vienen a la mente, sean correctos o no, mientras, la hija de la vecina, que no sabe nada de Medicina, espera tranquilamente , confiada en que el médico le ha dicho que con una pequeña y sencilla operación, se resolverán todos sus dolores y lo único que le preocupa es que no le hagan una cicatriz muy grande o fea , que le impida ponerse o lucir su bikini. Verdad que parecen que sufren de dos cosas diferentes ?. Ahí reside la clave de un buen médico: Es aquel que trata a enfermos, no a enfermedades, aunque ambos necesitan cirugía para resolver el problema, no podemos " tratarlos " igual a ambos, pues el grado de sufrimiento es diferente. Le daremos a cada cual lo que necesita, según sus necesidades. A ambos le mostraremos seguridad en nuestra presunción  diagnostica, pero a la hija de la vecina, le aseguraremos que el cirujano es un artista del bisturí y que la técnica moderna, bien manejada, permite hacer incisiones quirúrgicas mínimas, con garantías de una cicatriz residual que prácticamente no se notará, en cambio, para mi, mi bálsamo vendrá cuando me aseguren con pruebas, que no hay signos o datos clínicos de peritonitis o de cualquier otra complicación y / o enfermedad relacionada. Parece fácil , y lo es , para aquel, que tiene la mente en el sufrimiento del ser humano enfermo y lo que eso representa en cada caso particular, independientemente de la situación social, educativa, religiosa, racial o de otra índole que envuelva cada caso en particular.
Volviendo a las enfermedades, éstas como acompañante de todo ser humano, pueden ser vista como un error evolutivo , caso de las enfermedades congénitas o hereditarias o como adquiridas por hábitos erróneos. En todo caso es curioso y hasta risible, si la cosa no fuera tan seria, que siempre rogamos y le pedimos al Dios todopoderoso- no importa de que religión se trate-que nos cure la presente enfermedad, pero a nadie que yo sepa se le ha ocurrido reclamarle por aquellas enfermedades heredadas o congénitas , las cuales podrían ser evitables, si así él lo dispusiese, ya que es todopoderoso y además es el único que conoce todo : lo pasado, el presente y lo por venir, en cuyo caso, sería sencillo suprimir tanto sufrimiento a criaturas indefensas , incluso muchas de ellas por nacer. Se alega en su defensa que son pruebas que el envía para probar nuestra fe, bueno, y que pasa con las pobres criaturitas que aún no han nacidos, a las cuales nadie las ha llamado, sobre todo para que vivan un verdadero infierno de dolor y sufrimiento para, probarle a él que tenemos fe, ¿es que acaso el no lo sabía ya desde antes ?, ¿no tiene él otras formas menos crueles de probar tal cosa ?, además, ¿ es eso tan importante ?Quien ha sufrido de cerca caso como los que describo sabe de que estoy hablando. En cuanto al poder de la oración en las curaciones, parece demostrado que la oración colectiva de una congregación de creyentes , no sirve para nada, lo que parece que si tiene efectos beneficiosos son la oración personal reafirmando y creyendo en que su proceso tiene curación, al parecer , se movilizan las defensas orgánicas para hacer realidad esa otra sentencia bíblica de que la fe mueve montañas, pero es la fe en sus propias fuerzas movilizadas en contra del mal que está apoderándose del cuerpo enfermo.
Hay una conclusión que parece más lógica: Las enfermedades tienen un origen natural, no intervienen en ellas fuerzas sobrenaturales de ninguna naturaleza y deben ser enfrentadas con los conocimientos científicos , profundizando cada vez más en la etiología u origen de ellas y aprendiendo cada vez más como resolver el dolor y el sufrimiento , a despecho de que contravengamos la sentencia bíblica de no comer del fruto del árbol del bien y del mal.
No es posible permitir que el obscurantismo , representado en este caso por las supersticiones y creencias erróneas, aún las de buena fe, interfieran con el manejo adecuado de caso, como sucede en ocasiones con los testigos de Jehová, los cuales , por una interpretación bíblica, no permiten que bajo ninguna circunstancias, le administren sangre a sus afiliados, aún cuando haya riesgo de muerte. Una cosa es respetar las creencias de cada quién y otra es dejar que muera un ser humano por oposiciones pueriles - desde el punto de vista científico-.Siempre la vida humana debe estar por encima de consideraciones filosóficas o religiosas.

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