Trauma Nosocomial
Paciente masculino 80 años de edad, sometido a sondaje vesical de modo repetido por Hipertrofia Benigna de Próstata grado III.
A consecuencia de repetidas e inadecuadas maniobras de sondaje, presenta sangrado al través de la sonda y prurito con la emisión de orina aun cuando esta se realiza al través de la sonda. En la exploración con sonografía prostática transrectal nos encontramos que además de la hipertrofia prostática, al mirar la vejiga se aprecia el globo de la sonda vesical en su interior, localizado adecuadamente pero, rodeado no de liquido ( orina ) sino de un material grumoso fino que se corresponde con material hemático ( sangre) con grumos por coagulación de la misma, consecuencia del trauma mecánico de las vías urinarias bajas.
Es un ejemplo más de porqué la manipulación instrumental del médico debe ser delicada y tener presente las posibilidades de daño colateral.
A consecuencia de repetidas e inadecuadas maniobras de sondaje, presenta sangrado al través de la sonda y prurito con la emisión de orina aun cuando esta se realiza al través de la sonda. En la exploración con sonografía prostática transrectal nos encontramos que además de la hipertrofia prostática, al mirar la vejiga se aprecia el globo de la sonda vesical en su interior, localizado adecuadamente pero, rodeado no de liquido ( orina ) sino de un material grumoso fino que se corresponde con material hemático ( sangre) con grumos por coagulación de la misma, consecuencia del trauma mecánico de las vías urinarias bajas.
Es un ejemplo más de porqué la manipulación instrumental del médico debe ser delicada y tener presente las posibilidades de daño colateral.
Nosocomial Trauma
An 80-year-old male patient underwent repeated bladder catheterization for grade III Benign Prostate Hypertrophy.
As a result of repeated and inappropriate catheterization maneuvers, he presents bleeding through the catheter and itching with the emission of urine even when this is done through the catheter. In the exploration with transrectal prostate sonography, we found that in addition to the prostatic hypertrophy when looking at the bladder the balloon of the urinary catheter was appreciated inside, located properly but surrounded not by fluid (urine) but by a fine lumpy material that it corresponds to hematic material (blood) with clumps due to its coagulation, a consequence of mechanical trauma to the lower urinary tract.
It is one more example of why the instrumental manipulation of the doctor must be delicate and take into account the possibilities of collateral damage.
