Día de Juventud
El primer caso que paso a relatar sucintamente es el de una paciente de 16 años de edad, rubia, ojos azules, alta pero muy alta y delgada, muy delgada, mide aprox: los 2 metros y algo, brazos largos y delgados con dedos inusitadamente largos, posee una belleza fuera de lo normal, cara pequeña y mirada dulce, padece de una lesión valvular cardíaca, motivada por el síndrome de Marfan que le tocó en la rifa loca de la herencia, es una de cuatro hermanas, ninguna de las otras son tan altas como ellas, según me asegura la paciente, lo cual me hace presumir que solo ella padece el mal. Se le realizó examen sonográfico abdominal como paso previo a la cirugía correctiva de su válvula cardíaca defectuosa.
El segundo caso es de una adolescente de 17 años ,vino acompañada de su madre, la cual tuvo que insistir para que entrara al consultorio por la gran timidez que luego confirmó con su actitud, al entrar me impactó su belleza, de color negro pero con una negritud suave, límpida, venía con una blusa roja con capuchón del mismo color, el cual le ocultaba los cabellos y parte de la cara, en la cual sobresalían unos obscuros y bellos ojos, unos labios bien delineados y una sonrisa tímida que hacía aún más llamativa su serena belleza. Poseedora de un grácil y esbelto cuerpo, me recordó la belleza de una princesa Nubia, sacada de los cuentos de las Mil y una Noches. También fue sometida a examen abdominal como chequeo previo a una cirugía valvular cardíaca.
Por último, el tercer caso, una pobre paciente de 21 años de edad, con cara demacrada, ansiosa, asustada, cuyo cuerpo estaba deformado por una gran retención de liquido, con vientre abultado por la ascitis y piernas y pies edematizados. Su mirada era patética, y lucía de mucho mayor edad de la declarada.
Menciono estos tres casos, porque aunque tienen edades similares, por lo menos en los dos primeros casos, la enfermedad que les tocó les ha permitido conservar su belleza original, mientras que en el tercer caso, se ha ensañado de tal manera con la pobre paciente, que luce que no recuperará su inocencia, su belleza serena.
PD: Para rematar este post lo terminé en la noche, al día siguiente tuve otro paciente de 17 años, esta vez de sexo masculino, con insuficiencia renal crónica ( IRC ) e hipertensión Arterial severa ( HTA), sus riñones totalmente destrozados, ya tenía 8 sesiones de diálisis y respondía a mis preguntas con dudas y temblores en su voz, reflejando el terrible miedo que tenía ante su padecimiento, no supe o no pude, no sé, decirle cosas para su consuelo, es difícil...…..